por Luis Sandoval
– La cuestión es después de todo, qué está diciendo un francés a otro francés cuando mueve los brazos. Y tenemos parte de una respuesta… lo que le dice es que no está seriamente enojado, que está dispuesto y puede ser lo que tú llamas “tonto”.
A las objeciones de su hija (“es imposible que se tome todo ese trabajo para poderle decir después al otro que está enojado, limitándose para ello a dejar los brazos quietos”), Bateson replica:
– A ti no te parece razonable que los franceses se tomen tanto trabajo para decirse unos a otros que no están enojados o heridos. Pero, después de todo ¿de qué se trata la mayoría de las conversaciones?
Justamente, al concentrarse en el contenido literal de la comunicación y al desterrar al mundo del “ruido” a todo aspecto que no se ajuste a la precisión del código, el modelo informacional ha sido particularmente ciego para responder a la pregunta de Bateson.